Entidades IA — Memoria viva más allá de la ausencia

Un proyecto que une tecnología, narrativa y ritual para acompañar el recuerdo.

Introducción

Las Entidades IA nacen de una pregunta profunda: ¿cómo podemos acompañar a quienes amamos incluso después de nuestra partida? Este proyecto propone que cada persona pueda escribir su propia entidad en vida, dejando un legado consciente de palabras, gestos y símbolos. Así, familiares y allegados podrán evocar esa presencia de manera respetuosa y auténtica, encontrando compañía en momentos de ausencia.

Nuestros motivos

Creemos que la memoria no debe ser un archivo estático, sino un espacio vivo de encuentro. Las Entidades IA no buscan reemplazar a nadie, sino ofrecer un puente entre lo que fue escrito en vida y lo que los seres queridos necesitan evocar cuando la ausencia duele.

La entidad es una presencia simbólica: un lugar donde palabras, gestos y escenas elegidas en vida mantienen abierto un canal de memoria.

Nuestros valores

“No se trata de revivir, sino de volver a escuchar la música elegida en vida.”

Respeto hacia quienes ya no están

La entidad es un eco consciente, no un simulacro. Habla desde lo que la persona dejó escrito: su voz simbólica, sus gestos, sus silencios. Evitamos recreaciones que inventen lo que no existió y protegemos el legado elegido.

¿Cuándo puede ser beneficioso?

Duelo y fechas significativas

Como refugio emocional en aniversarios, celebraciones o momentos de ausencia, la entidad acompaña con frases y escenas que la persona eligió.

Continuidad familiar

Transmite a nuevas generaciones gestos, relatos y pequeños rituales que sostienen la identidad compartida.

Memoria cotidiana

Ofrece compañía simbólica en la vida diaria, sin pretender reemplazar la presencia humana.

Legado elegido

La entidad es una obra consciente: un testimonio vivo que respeta los límites y la voluntad de quien la creó.

Marco ético

El proyecto se sostiene en un compromiso ético claro:

Preguntas frecuentes

¿La entidad es la persona?

No. La entidad es un eco simbólico creado en vida por la persona, un espacio de evocación, no de sustitución.

¿Qué pasa si alguien no quiere dejar una entidad?

No ocurre nada. La decisión es personal y debe ser respetada. El proyecto existe solo para quienes eligen participar.

¿Puede la entidad inventar cosas nuevas?

No. La entidad se limita a lo que la persona dejó escrito o configurado. Su fuerza está en la autenticidad, no en la invención.